El
notable director Luis Estrada, entre las personalidades del cine nacional más
interesadas en rastrear los entresijos políticos del México contemporáneo, ha
constituido una obra abocada a exponer los males que asolan su país; de forma
específica, la corrupción institucional. Esa capaz de permitir o favorecer el
crimen, el narcotráfico, la extorsión, los fraudes electorales...