Más que
por haberse convertido en fenómeno taquillero del cine surcoreano (entre las
pantallas más dinámicas del planeta hace rato), con cerca de quince millones de
entradas vendidas; por arrasar en la entrega de los Premios al Cine de ese país
durante 2006; o haber sido bautizada por un crítico de la tan leída como
respetada por muchos entre quienes no me incluyo Variety como «la mejor película de monstruos de la historia»
—aseveración pantagruélica que no tiene caso discutir por su absolutismo—, El huésped deviene ingente esfuerzo del
realizador Bong Joon-ho por recuperar el hálito de la serie B del cine de
terror y ciencia ficción de los años 50 y su poderosa carga de alegorías
políticas.
sábado, 29 de julio de 2017
martes, 18 de julio de 2017
Últimos días en La Habana
Pornomiseria,
homosexuales y Sida ya resultan barajas quemadas por el cine nacional. Por
ende, de entrada, a quien escribe le hacía tiritar a estas alturas el anuncio
de otra película a incurrir en el mismo mantra; así la filmase y todo Fernando
Pérez, el autor de obras de significación en la historia reciente de la
pantalla fictiva como Clandestinos; José Martí, el ojo del canario o la
injustamente preterida La pared de las
palabras; aunque también de títulos irregulares como la inextricable Madagascar, la sobrevalorada La vida es silbar e inconcretos a la
manera de Madrigal.
domingo, 2 de julio de 2017
Hands of Stone: biopic sobre el pugilista Roberto Durán
Robert De Niro, protagonista del más sobresaliente drama pugilístico de los últimos cuarenta años: Toro salvaje, dirigido por el maestro Martin Scorsese en 1980, es ahora -como consecuencia de un cruce entre los deseos de homenaje fílmico y la biología-, el mentor del boxeador-personaje central de Manos de Piedra (Hands of Stone, Jonathan Jakubowicz, Estados Unidos-Panamá, 2016). Algo similar había sucedido poco antes con Sylvester Stallone, el Rocky del filme original homónimo de 1976, devenido entrenador en Creed (2015).