domingo, 11 de julio de 2021

Cuando Saul Goodman parece convertirse en Liam Neeson


El realizador ruso Ilya Naishuller estrenaba en 2015 el que figuraría entre los experimentos cinematográficos singulares del decenio: Hardcore Henry, una película rodada completamente a través de planos subjetivos, desde la perspectiva de un videojuego FPS (First Person Shooter). Aunque bastante superior a sus antecedentes, tampoco se trataba de un trabajo del todo original, en tanto los realizadores Andrzej Bartkowiak y Michael J. Bassett se le adelantaron mediante sus filmes respectivos Doom y Silent Hill 2: Revelation, aparecidos, en igual orden, para 2005 y 2012. El propio director eslavo también lo había hecho en su corto Bad Motherfucker, de 2013.