martes, 29 de marzo de 2016

Shelter, otro filme sobre la mendicidad en EE.UU



Luego del reciente visionado de Time Out Mind y Heaven Knows What, recientes producciones cinematográficas en torno a la indigencia en el corazón de las grandes ciudades de la primera economía del planeta, accedemos a Shelter (Paul Bettany, 2014).

El primer guion y trabajo de dirección del actor británico Paul Bettany, no puede ser más naturalista y objetivo en su exploración del fenómeno de los sin techo, de los olvidados por el sistema en esa Nueva York despiadada que se esconde de sus marginales, aunque estos cada vez tomen más espacio de la urbe y ya sumen cerca de 70 000 en la actualidad, solo en dicha ciudad.
Es una película cruda en su acercamiento a ese universo de pobreza y desprotección, al graficar todos los sufrimientos de la protagonista (Jennifer Connelly) en la calle y todo cuanto debe hacer para pasar la noche dentro de cualquier lugar, guarecida de las frías temperaturas de la Gran Manzana. Especialmente veristas son las escenas con la consecuencia sobre su rostro de la felación al guarda del edificio, con el fin de dormir allí.
Connelly se luce en un papel semejante, el sueño de toda actriz, y hace lo imposible por echarlo adelante. Lo de menos es las muchas libras perdidas a efectos de componerlo (no tantas como Christian Bale para El maquinista, pero sí unas cuantas); lo significativo aquí son las desgarraduras del personaje abiertas en canal por conducto de la encarnación de la actriz quien, dúctil y maleable, labra un registro sensible y muy elocuente del drama de esta mujer que ha perdido a su esposo en una de las contiendas bélicas imperiales de turno y se sumerge en un degradante mundo de indigencia, drogas, abusos. A la larga, por suerte momentánea para ella, en compañía vindicadora de un inmigrante nigeriano (muy bien Anthony Mackie, siempre en la cuerda de la contención), quien se enamora de ella y la cuida, por un tiempo.
La historia de Hannah y Tahir, humilde y grande como sus personajes centrales, ha sido rodada con sensibilidad, atención a los detalles. No se trata de una pieza de rápido consumo, es un filme de digestión lenta, que te revuelve el estómago. Rara avis dentro de la producción norteamericana, Shelter no debe pasarse por alto.

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