domingo, 3 de marzo de 2019

«Mira lo que has hecho»: A los pies de Berto Romero



He visto de un tirón los doce episodios de las dos primeras -y únicas hasta el momento- temporadas de la serie española Mira lo que has hecho. Refocilantes ambas; no importa los ligeros desvío tonal y rebaja del octanaje humorístico de la segunda.


Coherencia interna, claridad de objetivos, organicidad en la narración, composiciones de esmero y empatía con el espectador - conseguida merced a oficio y no a trucos sensibleros- signan la obra.

La serie juega a placer con el elemento autobiográfico por conducto del personaje real de Berto Romero, substancia cardinal de la teleficción humorística contemporánea concebida y protagonizada por comediantes, desde Louis C.K. en la cuna de este negocio, los Estados Unidos, hasta Ignatius Farray, en la propia Península, con multitud de (buenos y regulares) exponentes.

El comediante Romero -más actor que comediante al uso en la serie, algo que él mismo refuerza verbalmente algunas ocasiones, por si alguien no lo pillase- y su pareja fictiva, Eva Ugarte, concretan uno de los enlaces interpretativos de mayor química que tenga data la televisión española.

Sus personajes, un poco de tantos, exudan verdad. Y, por ende, son creíbles. Ellos atraviesan situaciones en la cuales muchos nos hemos visto reflejados, a través del romance, el noviazgo y la llegada de nuestros hijos: ya en pleno terreno selvático matrimonial. Son enfocadas desde el plano de lo natural; no desde el artificio de la representación, aun cuando por lógica estemos frente a una puesta en pantalla. Tal propensión al observarlas y plantearlas las solidifican.

Además de reconocibles, lo cual les otorga un plus de entrañables, dichas situaciones están escritas mediante una visión límpida, cargada de humanidad y pletórica de una energía lúdica que impregna bastantes momentos de ese drama de la vida que, al final, es pura comedia. Ya sabemos, lo dice el libro de los libros, Vanidad de vanidades.

La serie magnifica la familia; no de forma mendaz, como nos tiene acostumbrados el cine norteamericano, sino justipreciando, verbigracia, el relieve de una buena pareja en la vida; más allá de los normales contratiempos de la travesía. Berto casi resbala con Belén Cuesta en la muy metafictiva segunda temporada, pero se contiene. Porque Sandra está en casa; y si ella fue su decisión de vida, no vale la pena arruinarlo. Sandra, por su parte, sale bastante desilusionada del encuentro con esas mujeres vacías y sin amor, quienes solo piensan en coleccionar amantes, como otro artículo más de consumo.

Los guiones conformados por el propio Berto Romero, Rafael Barceló y Enric Pardo barnizan de una deliciosa ironía el desarrollo dramático, gracias a lo cual ponen en solfa costumbres, instituciones, actitudes y esa anomalía o falsedad de nuestro tiempo: lo “políticamente correcto”. Por consecuencia, Mira lo que has hecho deviene, también, un reflejo crítico de la sociedad española y occidental del momento.

Por último, Romero logra una hazaña en Movistar +: esta es la primera serie que veo de la cadena (más pro fálica que HBO en sus mejores momentos) donde no nos exhiben un pene gratuito a la hora de la cena. En el episodio cuarto de la segunda estaban creadas las condiciones, pero se abstienen. Me adelanto al que ahora vaya a objetar: ocurre igual con la parte femenina. Sin embargo, estos personajes sí están al desnudo frente a nosotros: su alma, sus dudas, recelos, miedos, inseguridades. Sus afirmaciones, certitudes, motivos de lucha, amores, fe.

1 comentario:

  1. Gracias por sus palabras. Muy alentadoras. En Cuba vemos todo lo que sale en la semana en España. Un abrazo.

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