viernes, 28 de julio de 2023

La novicia jardinera, un tierno cuento filmado de Arturo Sotto

 

“En los largos días estivales, una mariposa nace a las siete de la mañana y muere a las seis de la tarde ¿Cómo podrá comprender el significado de la palabra noche?”, se preguntaba el personaje de Camila (Susú Pecoraro), rabiosamente enamorada de un sacerdote durante la Argentina de la primera mitad del siglo XIX, en la película homónima de María Luisa Bemberg estrenada para 1984. Ella, al menos, aunque por breve tiempo, con su Ladislao (Imanol Arias), pudo conocer la expresión más vital de la comunión de los cuerpos.

 

Sin embargo, justo ese significado, el del sexo real y carnal, no será descubierto, solo intuido, por el personaje de Adelina (Andrea Doimeadiós) en el cortometraje La novicia jardinera, que escribiera y dirigiera Arturo Sotto en 2022, exhibido en la televisión nacional. Si bien, eso sí, del amor y del deseo, aún sin consumarlos, podría dictar cátedra esta joven enclaustrada en un convento de la Cuba neocolonial, solo por el hecho de desear amar, a la manera de ciertos dos queridos personajes de Wong Kar-wai, aunque estos eran dueños de su destino, no así ella. También es confinada por querer escribir, por intentar expresar su pensamiento en la letra.

 

La novicia Adelina ama y desea con frenesí al párroco Gabriel (Daniel Romero), quien a diferencia de aquel otro cura, el de la película El crimen del padre Amaro (Carlos Carrera, 2002), no podrá tenerla en sus brazos. La escena más parecida a algo de talante lúbrico –gozosamente filmada, editada e interpretada–, se ambienta en el confesorio, cuando la joven le revela su pasión al monje. Y el cartujo enardece.

 

También tremolará el fraile de dicha y locura, de la bella locura de querer a alguien que le adora y comienza a subyugarle a su vez, cuando junte en su cama los mensajes que ella le dejó entre las rosas: esta última una de las soluciones argumentales más bellas, líricas concebidas por del director de Amor vertical aquí.

 

Más que a causa de las normas de la época y del convento, Adelina y Gabriel no podrán permanecer juntos en el tiempo, porque la gripe española acabará con la vida del joven. Pero el amor que los unió en tan corto tiempo sobrepasará el arco de sus vidas, del convento y su tiempo, a través del libro que recopila aquellos mensajes del rosal.

 

Todo en La novicia jardinera podría estar al borde de cruzar la delgada línea de lo cursi o del melodrama ramplón, pero la redime la ternura de su historia, la verdad de unos personajes encontrados dentro de una época cuando se creía que iba a perecer la humanidad (lo mismo que cuando fue filmado el corto, en plena COVID-19), la capacidad interpretativa de Daniel Romero y la fuerza de ese vendaval de la escena, de nombre Andrea.

 

Del filme guardaré dos momentos, ambos propiedad de la Doimeadiós: el primero, antes referido, en el acto de confesión romántica a Gabriel, al minuto 14. El segundo, previo, al minuto 10, cuando la rebelde novicia mira al sacerdote, mientras este verbaliza un tutorial de la gripe española a las monjas. La faz de Andrea se convierte entonces en un mapamundi de emociones. En ese rostro de alegría, medio alborozo, asombro, hay un poco de la Olivia Hussey que contempla a su amado Leonard Whiting en el Romeo y Julieta de Zeffirelli y, también, sí, el candor travieso de las niñas de Le pupille (Alice Rohrwacher, 2022), recluidas en un orfanato católico durante la II Guerra Mundial.

 

Mediometraje este último de formas expresivas intencionalmente supeditadas a una tesitura que colinda con lo nostálgico, lo retro y lo admirativo hacia la tradición cinematográfica, con el cual La novicia jardinera (a partir de un cuento de Sotto) comparte tanto dicha vocación y su fe de ir a contrapelo de tendencias o modas, lo mismo que su intención –cumplida–, de reparar mucho menos en el limitado presupuesto que en el goce de filmar y germinar un relato donde cuanto quedará en la retina, a larga y no más, serán los pedazos de vida, tan vívidos, tan entrañables, recortados sobre estos fotogramas.

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