sábado, 4 de junio de 2016

La musa



El cine dentro del cine. Viejo negocio que cuando aplica su variante radiológica nos demuestra que, en última instancia, quienes viven de este no tienen en muy buena estima las artimañas, subterfugios e inconfesables recursos a los cuales hay que apelar para sobresalir en dicho mundo.
Filmes antológicos a la manera de Cautivos del mal, de Vincente Minnelli; Sunset Boulevard, de Billy Wilder; Nace una estrella, de George Cukor, o el mismo S.O.B, de Blake Edwards, exhiben descarnadamente el lado más agrio de la industria. Robert Altman filmó una película incisiva y deliciosamente demoledora en torno al tema. The player fue una diatriba en tono de sátira amarga sobre la política y el modus operandi de los grandes estudios.

La musa (The Muse, 1999), dirigida, estelarizada y coescrita por Albert Brooks, también se asoma de algún modo al ventanal de peor vista en la industria del cine, y se retratan algunos de sus defectos tradicionales. Pero, más que eso, esta comedia ancla en una rada no muy usual: el nivel de superstición que a la sazón, rumbo al fin del milenio, iba apoderándose del sector creativo de este negocio en Estados Unidos, esas pequeñas -o grandes- creencias estimuladoras, esas especies de amuletos imaginativos que todo Hollywood ya guarda en su cabeza.

Sobre la base de semejante intención, Brooks conduce su película sobre esta mujer de personalidad múltiple (Sharon Stone) que hace creer entre directores y guionistas que es una musa, cosa que en la Meca del Cine (y en otras partes también) aprovecha todo aquel que necesita un empujón creativo, y entre ellos, el escritor venido a menos Steven Philips, quien requiere urgente un éxito y con éste su renacer.

Lo más gracioso de la película son estos cameos que Brooks introduce con James Cameron, Martin Scorsese, Rob Reiner, Jennifer Tilly o Lorenzo Lamas, y sus gags derivados: el "magnífico" guion ponderando al mediocre Lamas por el ejecutivo de la Paramount, Cameron conminado a alejarse del agua después de Titanic, Scorsese planeando un remake de Toro salvaje con un tipo esquelético…

La musa es una comedia de estructura sencilla, provista de un humor operativo, ni grueso ni sutil, que encaja con el patrón de realización de filmes anteriores de Brooks, bastante realista, otra vez sin ese tono melifluo tan extendido en el género actualmente y casi nunca verificable en la obra de este director. Su defecto más evidente radica en la solución final del guión no aceptado que luego se acepta, paso de fuerza innecesario para llegar a ese final, no por adivinable menos divertido.

3 comentarios:

  1. Comandante Amigo



    Conocí a un Comandante

    hombre fuerte y muy brillante

    supimos de la lucha por su pueblo

    que fue siempre su mayor anhelo



    Mi Comandante no despierta

    y ya es el nuevo día

    yo me mantuve alerta

    mientras él dormía



    Un sol muy brillante

    luego, la noche oscura

    no hay luz, hay espesura

    un débil corazón palpitante

    que se niega a dormir

    para dejar de sufrir



    En una noche callada

    triste y muy fría

    su cuerpo se congelaba

    pero él ya no sufría

    tristeza por su alma

    que tristeza la mía

    y sus amigos sin calma

    su alma quedó dormida



    Lágrimas que entristecen

    pero no lloren ni recen

    por el alma mía

    dejen que me pierda

    allá en la lejanía

    entre lomas y Sierras

    de las selvas de mi Cubanía.



    El alma se pierde

    al despertar el día

    ya era un cuerpo inerte

    en su cama tendido,

    no lloren hermanos

    no lloren amigos

    que no llore nadie

    es mi despedida,



    Adiós amigos del mundo

    me voy para no volver

    hoy inicio nuevo rumbo

    me voy para no volver



    Y adiós…. y adiós

    me voy para no volver

    adiós yo ya me despido

    del mundo para no volver.

    adiós mi pueblo querido

    me voy para no volver

    voy a una cita de amigos

    que tengo con mi hermano el Che.



    Profe. Juan Castro.

    Noviembre 2016

    Tijuana, B.C.

    México.



    ‘’Hoy ha muerto un hombre, un soldado de las ideas, un revolucionario cabal, pero jamás morirá ‘La revolución Cubana’’


    Con profunda admiración al Comandante Fidel Castro Ruz quien se enfrentó con dignidad junto con el revolucionario pueblo Cubano, al imperio más poderoso del mundo durante más de 50 años..

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  2. Yo...Ni escritor ni poeta solo un humilde maestro al servicio de los niños de mi Patria...(jubilado desde hace 25 años)

    Con saludos

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  3. Profesor Juan Castro, me han conmovido sus palabras y de forma especial su poema. Gracias por compartir su admiración por Fidel con nosotros-. Un gran abrazo del autor

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