Pese a los altos niveles educativos del pueblo cubano y
tratarse de un producto pensado de manera expresa para un tipo de consumidor de
techo cultural muy bajo, Caso Cerrado
figura entre los espacios de la televisión latina de los Estados Unidos más
vistos en parte de los hogares de la Isla, junto a diversos shows, realities y
programas de variedades, entre los cuales también sobresalen por sus niveles de
audiencia aquí Nuestra Belleza Latina,
La Voz Kids o Sábado Gigante, reseñados cada uno
puntualmente en esta blog con anterioridad.
Como anunciamos unos post atrás, le toca el turno ahora al
referido talk show de tribunales
transmitido a partir de 2005 desde Miami por la cadena Telemundo y conducido
por la cubano-americana Ana María Polo, al parecer graduada de Derecho en la Universidad de Miami:
carrera sin embargo hacia la cual parece albergar odio cerval, al rebajarla a
tal punto en su espacio televisivo. Bajo presunto manto de ayuda o servicio
social, CC representa escarnio sin causa al oficio legal -convertido aquí en
absurda caricatura-; pero, sobre todo, la más vergonzante lanza en medio del
esternón a la dignidad de los seres humanos.
El programa es repelente desde su mismo opening (introducción) cantado mediante lancinante modo
“reguetonero-pejerón-lésbico-soy la de más gónadas aquí” por esta propia
señora, dispuesta a burlarse a mandíbula batiente de sus huéspedes, a los
cuales la dañina Telemundo paga unos centavos para montar el retablo de
teatrales casos, por supuesto falsos
La línea matriz de los “procesos judiciales” examinados por
la “doctora en leyes” se asocia de manera inequívoca a la exageración, el trazo
deforme, la humillación del individuo y la decisión de eliminar todo signo de
muro contendor entre el escenario público y el privado, cual dicta la receta de
manual del mundo posterior a la entronización del Gran Hermano catódico.
Más vinculado a la pareja en los inicios, con el paso de las
temporadas CC ha acentuado el perfil
morboso (entre los temas favoritos ahora figuran el incesto, parafilias,
necrofilia, masoquismo, pederastia, padrastros que se ligan con las hijas
adolescentes de sus esposas y son demandados por estas, madres acusadoras de
sus hijos gays por contagiar de SIDA a no portadores dispuestos a infectarse,
transgéneros que le reclaman ingratitud a sus progenitores…) de “casos” cuyo
ridículo “veredicto” haría morir de vergüenza a la abogada Alicia Florick de La buena esposa.
En ningún momento el espacio disimula la intención
pro-Coliseo romano de levantar rating a
cuenta de la degradación del ser humano, insultos, golpes, groserías de toda
laya. Aquí se echa a los leones a quien quiera, con tal de mantener audiencia y
la algazara bulliciosa de la masa menos cultivada.
Las estadísticas oficiales de diversos entes de la región
demuestran que el programa goza de los mayores márgenes de aceptación entre los
mayoritarios sectores pobres de América Latina, poseedores de escaso grado de
educación. Según arrojan los datos de esas mismas fuentes, es rechazado por las
clases media y alta, portadoras de otro rango de instrucción.
Tras ser eliminado en virtud de su contenido perjudicial
para las nuevas generaciones de la parrilla de Televen por la Comisión Nacional
de Telecomunicaciones de Venezuela en 2010, la detestable Polo dijo que era algo
injusto porque su programa no tenía ni violencia ni pornografía y aprovechó
para propalar ofensas muy duras contra Hugo Chávez y el gobierno cubano, el
cual no tenía velo en ese entierro pero al que este tipo de personajes
representantes de la línea más talibán del exilio miamero busca el menor
pretexto para injuriarlo. No se manifestó de esa manera sin embargo cuando la
colombiana Caracol lo sacó del aire por idénticos motivos.
Para perjuicio de la sensibilidad, el espíritu y la cultura
de su posible espectador, sigue transmitiéndose en otras quince naciones del
subcontinente y en los Estados Unidos, pese a que diversos programas de sus
propias televisiones suelen burlarse del carácter ridículo e inverosímil de CC
y la crítica le endilgue calificativos como “esperpento” “porquería postglobal”
y “exponente del abuso rampante de las miserias humanas en la telebasura”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario