Víctor Téllez (muy bien Rafael Spregelburd) es el
especialista cinematográfico personaje central del filme argentino El crítico (Hernán Guerschuny, 2013).
Aunque no llega a tener la mala leche del colega suyo mediante el cual
Shyamalan se ceba en su odio a la especie en Lady in the Water, el tipo posee todos los antivalores necesarios
para encajar dentro de eso que pudiéramos llamar un antihéroe.
El repaso del crítico y ahora director Hernán Guerschuny a la
parte profesional de su protagonista (ver y hasta disfrutar con lo que nadie ve, el ego de creer que a alguien le
importará un pito cuanto se escriba de un largometraje, pensamientos en forma
de rollos cinematográficos, eternos problemas con los editores…) es lo más
sustantivo, atendible de una película cuya inmersión en la zona de comedia
romántica desbalancea bastante tono y organicidad de la propuesta. Y eso a
pesar de bañarla con la luz de su rostro esa beldad llamada Dolores Fonzi y de
tratar el realizador de que, al menos en la idea nunca así en el fotograma, tal
derrotero funcione como un propósito de evidenciar que continúa siendo posible
la emergencia decorosa de un formato cuyas expresiones actuales los críticos
suelen denostar.
Y sí, en la práctica lo es; solo que resultaría más operante y operativo
en una propuesta cuyo personaje base no se aproximase a tal órbita desde la
irónica trinchera del efecto de redargución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario