Obra instituida en la visitación al germen del autor, al momento bendito cuando acunaba quimeras que se convertirían en epopeyas cinematográficas que, huelga apuntarlo, sobrepasarían cualquier sueño infantil de hacer séptimo arte, Los Fabelman (2022) representa el testimonio de gratitud y el mensaje de amor de Steven Spielberg a la pantalla, como también a sus padres y a todos quienes de una u otra forma, al obrar bien o mal con él, incidieron en su formación en tanto persona y director de cine.