Inició 2022 con par de noticias aciagas: los decesos del director, actor, crítico y escritor Peter Bogdanovich, el 6 de enero; y del intérprete Sidney Poitier, dos fechas después. Ambas figuras, de la primera escudería del cine norteamericano, e históricas cada una por cuanto representaron en la evolución de dicha pantalla, pese a sus diferencias de origen, raza, cultura y derroteros creativos coincidieron en algo: ninguno comulgaba con el tipo de superproducciones rodadas en Hollywood durante las décadas más recientes.