lunes, 16 de marzo de 2020

Un mundo sin pantallas


Sea o no un arma bacteriológica de los EE.UU con el objetivo de frenar el avance de China, el coronavirus ha afectado gravemente a la economía mundial; sobre todo a la del principal rival de Washington, sí, pero sus efectos generales alcanzan una escala planetaria, incluida la propia nación norteña.


Las imágenes más tristes de las más duras distopías se comprueban ahora, no en páginas de libros sino en escenarios reales caracterizados por la desolación. Cuanto sucedió o sucede en naciones como China, Irán, Italia y España supera cualquier narrativa de la ciencia-ficción y el fantástico.

Un mundo en vilo ve cómo son cerradas fronteras, confinados millones de ciudadanos, separadas regiones e ingresadas decenas de miles de personas.

Este ataque a la humanidad no entiende de geografías, clases económicas, climas. Ni de campos, sectores, universos industriales e industria del entretenimiento. Esta última experimenta una retracción fortísima a rango global, salvo en gigantes del streaming como la plataforma estadounidense Netflix o en la industria pornográfica, ese emporio que anualmente mueve en EE.UU más dinero que la NBA. Incluso, el mismo coronavirus ha sido insensible motivo temático de varias «películas para adultos».

Ahora, más allá de tales excepciones u otras muy señaladas, el giro sufre el despeñamiento mayor de su historia. El desplome de ventas por entradas significó un descenso del 45 por ciento este fin de semana en EE.UU y Canadá. En las principales ciudades de ambas naciones las salas fílmicas fueron clausuradas durante la noche del domingo 15. El inicio de los cierres lo marcó China, el pasado 2 de febrero, cuando la Alianza del Comité de Producción de Radio, Cine y Televisión y la Federación de Asociación de Radio y Televisión orientaron el cese de labores a compañías de cine, equipos de producción, actores y actrices.

Tanto allí como en EE.UU, India (el país del mundo que más películas produce al año), Francia, España e Italia paralizaron la actividad cinematográfica. Anuncia el periódico californiano Los Ángeles Times que «la franquicia Fast & Furious ha decidido aplazar un año completo el estreno de su novena película. Tampoco se estrenará el nuevo filme de James Bond, No Time To Die, una decisión que se tomó hace varias semanas al aplazar el lanzamiento desde abril hasta octubre. Por su parte, al gigante Disney la agenda del coronavirus no le podría haber venido peor: Su gran apuesta para la primavera era la nueva versión de Mulan, una cinta que, por motivos obvios, tiene en el mercado asiático su principal foco.

«Después de aplazar el estreno global de Mulan y de cerrar sus parques temáticos, Disney ha tomado otra decisión drástica para frenar la crisis por el coronavirus: suspender la producción de todas sus películas, con la animación como excepción. De esta manera, la nueva versión con actores reales de The Little Mermaid retrasará su rodaje, que iba a comenzar en breve en Londres, lo mismo que el thriller de Guillermo del Toro Nightmare Alley, el drama de Ridley Scott The Last Duel y la siguiente entrega de Home Alone. La nueva Peter Pan y Wendy, así como Shrunk, una secuela del clásico de los años 1980 Honey, I Shrunk the Kids, también se retrasan, aunque ambas estaban en una fase temprana de preproducción.

«La decisión de Disney afecta a un gran número de estudios de los que la compañía es propietaria, como Fox o Searchlight. Marvel, también bajo su control, suspendió el rodaje de Shang-Chi and The Legend of the Ten Rings, después de que su director, Destin Daniel Cretton, se haya aislado por decisión propia. La factoría de Mickey Mouse también ha suspendido unos 16 pilotos de televisión por las mismas razones. Asimismo, han interrumpido rodajes de otros estudios diferentes como Mission: Impossible en Italia, Competencia oficial -con Penélope Cruz y Antonio Banderas- en España, y del concurso The Amazing Race” por todo el mundo. Y los preparativos para filmar la cinta biográfica sobre Elvis Presley quedan pausados después de que uno de sus protagonistas, Tom Hanks, diera positivo por el coronavirus en Australia», afirma el medio angelino.

El rodaje de The Nightingale, en Budapest, de Sony y protagonizado por las hermanas Elle y Dakota Fanning dirigidas por la francesa Melánie Laurent, también paró. Los festivales de cine de Málaga (España) y Guadalajara (México) resultaron cancelados. Y así, indetenible el rosario de noticias que llega cada mañana.

 Se ha publicado que las pérdidas pueden frisar los cinco mil millones de dólares, cima que considero en extremo baja dadas las circunstancias.

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