Con
placer, he conocido que una profesora de Cultura Política del preuniversitario
cubano donde estudia mi hija ha empleado uno de los ya célebres videos de la
periodista rusa Inna Afinogenova para complementar su clase. También la han
presentado al televidente nacional, eventualmente, en el espacio Mesa Redonda. E, igual, en los
condensados -malísimos e incorrectamente curados, por cierto- de Russia Today
en la televisión pública de la Isla.
Ojalá
otros muchos de la docencia y los medios de nuestro país se sumaran para darla
a conocer mejor entre el grueso de la población. Desde este texto exhorto a los
lectores a que la sigan. No se arrepentirán.
La
reportera de la cadena estatal Russia Today, quien ha sido puesta de ejemplo en
Twitter como periodista investigativa integradora por el lúcido científico
social latinoamericano Atilio Borón -quien por cierto suele retwittearla, lo
cual ya habla de quien hablamos-, está dando hoy un ejemplo de reporterismo
analítico televisivo de alternativa sin parangón.
¿Por
qué así¿ Me explico. Sus trabajos de tres o cuatro minutos para la plataforma
mundial moscovita son Periodismo, y en mayúsculas, sí; pero además pedagogía
interpretativa de la situación política con un componente factual (datos)
envidiable y un sentido de la ironía y del sarcasmo que ya quisiera para sí el
Armando Iannucci de Veep.
Ella
tiene el don de realizar algo que en buena parte del periodismo televisivo
cubano, tan gris y falto de personalidad, parecería alienígeno: mostrar, con
entusiasmo, empatía, gracia, su verdad desde una posición exegética que
comprende desde la protohistoria del hecho comentado hasta sus actuales
connotaciones, e incluso derivaciones.
Lo
hace mediante gran capacidad de síntesis, en modo narrativo y plan “bonche”.
Pero, ojo, es la mofa más seria del mundo. Desde la atalaya del humor ácido,
vacila y ridiculiza las grandes mentiras de este mundo; si bien su peculiar
gracejo y esa coña congénita no coartan en nada la objetividad de su concepto
periodístico político. Antes bien, lo respaldan, en tanto se trata de humor
cargado de reflexión.
Con
Inna -nada que ver con la abominable cantante pop de origen rumano- se accede a
la realidad desde ángulos poliédricos. Sus explicaciones, apoyadas en vasto
andamiaje de recursos visuales, pantallazos de Twitter e infografías, guarda
relación con algo de ese maestro de Historia que exuda pasión hacia cuanto
relata en sus clases. Aunque lo de la Afinogenova no es justamente un relato de
la historia, sino de la situación actual desde la objetividad del pensamiento
progresista antihegemónico.
Con
notable pericia para configurar la estructura de su narración periodística,
desmonta las mentiras fabricadas de forma constante por los grandes consorcios
mediáticos mcdonalizados del planeta, mediante hechos probados y argumentos, lo
cual le ha sumado enemigos en la prensa corporativa.
Inna
(quien internacionalmente es conocida como “La rubia de Russia Today”,
apelativo que no me agrada de forma particular porque en la cadena hay unas
cuantas rubias y porque desde la época de la Monroe relacionaron, de forma
estúpida, a las mujeres con esa pigmentación del cabello con la ingenuidad y
cierta cuota de tontería: todo lo contrario suyo, puro olfato y chispa) saca a la luz lo que no difunden los medios
estadounidenses, españoles, latinoamericanos.
En
ocasiones, los receptores de España, México y Argentina se han enterado de
problemas o escándalos de sus propios países por la vía de sus informes, puesto
que las cabeceras noticiosas locales los silencian.
Especialmente
fructífera ha sido la cobertura de la reportera al intento de golpe de Estado
en Venezuela y la autoproclamación de Juan Guaidó, a lo cual le ha conferido el
seguimiento preciso. Uno de los primeros informes suyos al respecto, donde ella
se autoproclama “emperatriz de Rusia”, es una gozada.
Otros
temas trabajados por la joven reportera eslava, en perfecto español, son la
rusofobia creada por los grandes centros de poder, los engaños del diario
español El País (El New York Times de la lengua castellana), el traslado de los
restos del dictador Franco, la Caravana migrante, el envío de basura de Occidente al Sur, los
peligros de Facebook para la seguridad y la salud del ser humano, el
neofascismo de Jair Bolsonaro, la demonización de Siria, los ataques
imperialistas a Irán, Uber y el carácter sangriento de las intervenciones
militares de EE.UU. a lo largo de la historia.
Pueden
observar su trabajo, o bien de forma directa en Russia Today o a través de su
cuenta en Twitter (@inafinogenova),
con 88 mil 100 seguidores hasta hoy 27 de Junio.
A mi me encantan sus análisis, en tono mofa pero muy serios y profundos!!!
ResponderEliminarSaludos hermanos Cubanos! :)
ResponderEliminarConcuerdo con la opinión vertida en este blog sobre Inna y su forma de comunicación de la noticia. Sin duda, una gran periodista, moderna, lúdica, investigativa y sobre todo con datos precisos.
ResponderEliminarFelicidades.
una de las periodistas mas vearces y coherentes en cuanto a informacion opinión
ResponderEliminarSimplemente acertada. ...!!! El sarcasmo es para inteligentes...
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