El cine dentro del cine. Viejo negocio
que cuando aplica su variante radiológica nos demuestra que, en última
instancia, quienes viven de este no tienen en muy buena estima las artimañas,
subterfugios e inconfesables recursos a los cuales hay que apelar para
sobresalir en dicho mundo.
Filmes antológicos a la manera de Cautivos del mal, de Vincente Minnelli; Sunset Boulevard, de Billy Wilder; Nace una estrella, de George Cukor, o el
mismo S.O.B, de Blake Edwards,
exhiben descarnadamente el lado más agrio de la industria. Robert Altman filmó una película incisiva
y deliciosamente demoledora en torno al tema. The player fue una diatriba en tono de sátira amarga sobre la
política y el modus operandi de los
grandes estudios.
La
musa (The Muse,
1999), dirigida, estelarizada y coescrita por Albert Brooks, también se asoma
de algún modo al ventanal de peor vista en la industria del cine, y se retratan
algunos de sus defectos tradicionales. Pero, más que eso, esta comedia ancla en
una rada no muy usual: el nivel de superstición que a la sazón, rumbo al fin
del milenio, iba apoderándose del sector creativo de este negocio en Estados
Unidos, esas pequeñas -o grandes- creencias estimuladoras, esas especies de
amuletos imaginativos que todo Hollywood ya guarda en su cabeza.
Sobre la base de semejante intención,
Brooks conduce su película sobre esta mujer de personalidad múltiple (Sharon
Stone) que hace creer entre directores y guionistas que es una musa, cosa que
en la Meca del Cine (y en otras partes también) aprovecha todo aquel que
necesita un empujón creativo, y entre ellos, el escritor venido a menos Steven
Philips, quien requiere urgente un éxito y con éste su renacer.
Lo más gracioso de la película son estos
cameos que Brooks introduce con James Cameron, Martin Scorsese, Rob Reiner,
Jennifer Tilly o Lorenzo Lamas, y sus gags derivados: el "magnífico"
guion ponderando al mediocre Lamas por el ejecutivo de la Paramount, Cameron
conminado a alejarse del agua después de Titanic,
Scorsese planeando un remake de Toro
salvaje con un tipo esquelético…
La
musa es una comedia de estructura sencilla,
provista de un humor operativo, ni grueso ni sutil, que encaja con el patrón de
realización de filmes anteriores de Brooks, bastante realista, otra vez sin ese
tono melifluo tan extendido en el género actualmente y casi nunca verificable
en la obra de este director. Su defecto más evidente radica en la solución
final del guión no aceptado que luego se acepta, paso de fuerza innecesario
para llegar a ese final, no por adivinable menos divertido.
Comandante Amigo
ResponderEliminarConocí a un Comandante
hombre fuerte y muy brillante
supimos de la lucha por su pueblo
que fue siempre su mayor anhelo
Mi Comandante no despierta
y ya es el nuevo día
yo me mantuve alerta
mientras él dormía
Un sol muy brillante
luego, la noche oscura
no hay luz, hay espesura
un débil corazón palpitante
que se niega a dormir
para dejar de sufrir
En una noche callada
triste y muy fría
su cuerpo se congelaba
pero él ya no sufría
tristeza por su alma
que tristeza la mía
y sus amigos sin calma
su alma quedó dormida
Lágrimas que entristecen
pero no lloren ni recen
por el alma mía
dejen que me pierda
allá en la lejanía
entre lomas y Sierras
de las selvas de mi Cubanía.
El alma se pierde
al despertar el día
ya era un cuerpo inerte
en su cama tendido,
no lloren hermanos
no lloren amigos
que no llore nadie
es mi despedida,
Adiós amigos del mundo
me voy para no volver
hoy inicio nuevo rumbo
me voy para no volver
Y adiós…. y adiós
me voy para no volver
adiós yo ya me despido
del mundo para no volver.
adiós mi pueblo querido
me voy para no volver
voy a una cita de amigos
que tengo con mi hermano el Che.
Profe. Juan Castro.
Noviembre 2016
Tijuana, B.C.
México.
‘’Hoy ha muerto un hombre, un soldado de las ideas, un revolucionario cabal, pero jamás morirá ‘La revolución Cubana’’
Con profunda admiración al Comandante Fidel Castro Ruz quien se enfrentó con dignidad junto con el revolucionario pueblo Cubano, al imperio más poderoso del mundo durante más de 50 años..
Yo...Ni escritor ni poeta solo un humilde maestro al servicio de los niños de mi Patria...(jubilado desde hace 25 años)
ResponderEliminarCon saludos
Profesor Juan Castro, me han conmovido sus palabras y de forma especial su poema. Gracias por compartir su admiración por Fidel con nosotros-. Un gran abrazo del autor
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